lunes, 9 de noviembre de 2009

Un ejemplo del montaje de colisión de Eisenstein

En un post anterior me refería a la noción del montaje que tiene Eisenstein. Él buscaba generar reacciones a todo nivel en el espectador, por medio de la colisión de distintas imágenes que no necesariamente tienen una relación explícita entre sí, pero que sin embargo, puestas una al lado de la otra, generan una idea más amplia y compleja. Así, lo metafórico vale más que lo literal; el orden complejo y multi-direccional vale más que el orden cronológicamente lineal.

Hay varios videos en Youtube realizados por un tal Gastón Viñas, en los que a mi juicio se trata muy bien el montaje, y, además, siguiendo muchos de los principios de Eisenstein. El siguiente es uno de esos videos, y es el que a mi juicio trabaja de forma más notoria el montaje tal y como lo he descrito aquí.


Dicho sea de paso, esta es -a mi juicio- una de las mejores canciones de Radiohead

Nótese cómo para dar a entender las ideas que van transcurriendo en el video no se usa una narración lineal, sino que se van mostrando imágenes continuas que evocan a algo en conjunto. Por ejemplo, al inicio vemos la siguiente sucesión de imágenes:

1. Pájaro volando
2. Nubes
3. Pájaro posado sobre una rama
4. Imagen abierta de vacas al aire libre

La secuencia tiene como idea básica el paso de una vida tranquila, serena. La imagen de las nubes(2) que está entre el pájaro volando(1) y el pájaro posado sobre una rama(3) es clave, es la que da a entender que se está mostrando un clima de paz. Si se hubiera pasado directamente de la imagen 1 a la 3, probablemente tendríamos la sensación de que el pájaro está en búsqueda de algo, de que en su vuelo a llegado a la rama y que se ha parado allí como llegando al final de un camino que ha estado siguiendo, y que lo ha mantenido ocupado. Sin embargo, las nubes dan la sensación de que el pájaro no está volando en realidad a ningún sitio: está simplemente volando, en medio de las nubes, del cielo tranquilo. Está sumergido en su vida tranquila.

Y sin duda notamos que no hay una secuencia lineal en las imágenes, es decir, no hay una narración; simplemente se nos muestran diversos elementos que relacionados forman una idea. Lo mismo ocurre, por ejemplo, cuando se nos muestran imágenes de las vacas, luego de herramientas de trabajo, luego de las vacas trabajando, y luego de casas (luego vendrá la imagen de: vaca + vaca = casa –ecuación que, evidentemente, no tiene propósitos de narración convencional, sino metafóricos). No hay una narración explícita que nos diga que las casas han sido construidas por las vacas. Sólo se nos dan indicios y metáforas. Pero tal idea se nos proyecta desde el montaje por las relaciones que hacemos nosotros.

Sin duda la parte más notoria del video en la que se realiza un 'montaje de colisión' es aquella en donde la música se torna más explosiva y enérgica. Se nos proyectan imágenes más intensas, descabelladas y violentas: una vaca flaca crucificada; chanchos teniendo sexo; vacas colgadas del cuello; chanchos comiendo vacas de un plato; vacas desesperadas; vacas uniformadas recibiendo un discurso de un chancho; el 2+2=5. Otra vez, es evidente que no hay narración lineal, pero la sensación que provocan las imágenes -con la gran ayuda de la música- es clarísima, no queda duda de la idea que se está queriendo transmitir. Las imágenes se violentan unas a otras, chocan con gran velocidad entre sí, pugnan por ser una más perturbadora que la otra: y lo que logran al final es generar una gran sensación de vértigo, perturbación, incoherencia lógica, intensidad. No cuentan nada, pero muestran algo muy complejo. Su entrega no es gratuita: al espectador le cuesta la exposición de su emoción, le cuesta el sumergirse en una total pasividad sobre la que no puede ni optar, ni especular. Las imágenes no quieren dan a entender ninguna conclusión lógica, ninguna hipótesis racional, ninguna regla moral; quieren, más bien, desencadenar una intensa vibración sensible en el espectador: lo quieren turbar.

Al final, las vacas han degenerado en violencia y en sadismo. En deseo de venganza. La conclusión la sacamos nosotros. La relación entre los sentidos que cobran las imágenes la hacemos nosotros. Las imágenes nos guían, pero no de la mano -como lo haría una narración lineal-, sino que ellas nos guían a la vez que nos violentan, a la vez que convierten nuestra visión en experiencia vertiginosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante, y además me ha servido para un trabajo, gracias!

R.M.O. dijo...

Hola, me alegra que te haya sido útil. Gracias por el comentario y por pasar por el blog. Espero estar colgando más post relacionados al cine y en general a la imagen audiovisual pronto.